sábado, 7 de mayo de 2016

EL NEOLIBERALISMO COMO TRIUNFADOR FRENTE A LA IZQUIERDA (II)

   Con los condicionantes expuestos en el post anterior, ya en el siglo XIX, y en sintonía con la revolución industrial, el fenómeno modernizador, tanto de la sociedad como de la economía fue imparable. Las oportunidades de negocio y  de comercio aumentaron de forma exponencial, que junto con los inventos y el auge de ciudades e industria, hizo que se necesitara invertir continuamente en capital y sobre todo en personas.

   A medida que la sociedad industrial avanzaba y se redefinían las relaciones laborales que comportaba la nueva industria, se produjo un distanciamiento entre la corriente liberal conservadora y la corriente liberal social o democrática.

   Siguiendo a Constant, podemos decir que la idea original de liberalismo, como doctrina unitaria en materia política, económica e intelectual, que se opone y lucha contra el absolutismo y el despotismo ilustrado, queda fragmentada definitivamente en el siglo XIX.

   Las causas de esta ruptura son múltiples y complejas, pero un elemento decisivo fue el enriquecimiento de numerosos pequeños burgueses, dado el auge comercial e industrial imperante, de forma que en muchas ocasiones, conseguían escalar en su estrato social. Igualmente, se asistía el fenómeno opuesto, donde se producía una involución a estratos inferiores. En este escenario, los intereses de ambas clases iban a ser distintos, cuando no contrapuestos.

   El surgimiento de las sociedades anónimas, las sociedades bancarias y los nuevos métodos de organización del trabajo, entre otros factores, propició que empezara a vislumbrarse un nuevo escenario social.

   A modo de síntesis, podemos decir, que los liberales que habían progresado socialmente, recomponen sus aspiraciones ideológicas, para hacerlas compatibles con sus nuevos intereses. El nexo de su ideología va a estar formado por la libertad individual, como principio moral inviolable, la defensa de la propiedad privada y la limitación al máximo de la interferencia del Estado en el libre intercambio de mercancías.

   La ideología neoliberal actual, va a ser heredera de esta ramificación conservadora del liberalismo.

   A su vez, la otra ramificación del liberalismo de carácter más progresista y democrática, se va a decantar por la defensa de un individualismo social , donde la libertad sigue siendo un elemento clave, pero donde también hay una sensibilidad hacia las enormes desigualdades e injusticias propiciadas por el capitalismo emergente y donde el Estado puede y debe ser un elemento esencial para amortiguar estas contingencias: Pobreza, analfabetismo, explotación en el nuevo contexto de relaciones laborales y , en general, enriquecimiento de una parte de la sociedad y empobrecimiento de la mayoría.

   La socialdemocracia sería la heredera de esta ramificación progresista del liberalismo.

   Como conclusión a este post, comentaré que el escenario descrito, no se corresponde con la visión del liberalismo que los neoliberales proclaman a los cuatro vientos, donde parecen apropiarse del término en su globalidad , sin reconocer el carácter limitado en cuanto a aspectos de igualdad, justicia y solidaridad que su visión tiene, al ser heredera de la rama conservadora de dicha ideología.

   Por otro lado, la socialdemocracia actual, parece tener complejos y prejuicios para reconocer que su inspiración proviene de la rama progresista del liberalismo.Dicha actitud se corresponde con el pensamiento de asociar, al liberalismo de forma global, con esa rama burguesa conservadora, cuyas características hemos conocido en las líneas anteriores.




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